Una vela en el horizonte

Me hierve la sangre ante los muros que no hemos sabido quebrar y a veces grito, y grito, pero no se escucha la voz de la verdad entre tanto ruido.

Carátulas y descripciones en podcast (iTunes)

A través de Funfrock me entero de cómo meter imágenes en nuestro podcast. Está muy clarito y es bien útil.

Podcasting eres tú

¿Te puedes creer que un empresario, con más de veinte años de labor en comunicación, me preguntó qué era un podcast?

Redireccionar Blogger a 1and1

La radio reinventada

Carne Cruda, un espacio sonoro en el que se analiza la cara menos agradable de la política

Obra de K. Haring

jueves, 3 de septiembre de 2015

El Podcast de J.D.Sánchez #1 - Bye, bye, clic -

Hola, hola, hola… Bienvenidos a un nuevo programa, a una aventura sonora que, espero, sea inolvidable para ti. Te saluda J.D.Sánchez, el loco de las ondas po dcasteras que, no harto de haber grabado y editado cientos de programas, se decide a empezar este nuevo proyecto. ¿Qué vas a encontrar aquí? Pues música, poesía, relatos, divagaciones varias… Vamos, un cajón de sastre, pero esperemos que no sea muy desastroso.

Ya en su momento me animé a crear un programa del estilo a este, pero no le vi continuidad. Ahora que tengo algo abandonado otros proyectos sonoros, pues es el momento de empezar este otro e ir compartiendo contigo algunas visiones sobre diversos aspectos que me interesan, por ejemplo, se me ocurre sobre la marcha, la radio y el podcast.

Tenemos souncloud, tenemos Spreaker, tenemos tantas herramientas a nuestro alcance, pero desde luego ivoox sigue siendo un espacio ideal, a través del cual nos conozcan y se queden con nosotros. Además, nadie nos quita – por ahora - esta comodidad que es hacer uso de música comercial, algo que se pasa más por alto en países como México (o al menos yo lo tengo entendido así).

Durante un tiempecillo me he sentido muy guarecido por Spreaker, un espacio fabuloso en el que se puede grabar en directo, o bien, subir el programa que se haya editado previamente. En mi caso, poco he editado en estos últimos meses, ya que he estado centrado en otro tipo de proyectos, pero ahora me vuelvo a ver con ganas de grabar, dada la facilidad que tengo al hacer uso de un ordenador más grande que el que usaba hasta hace sólo unos días.

Revisando esos audios que he ido colgando, he caído en la cuenta de cómo la tecnología nos absorbe a veces el tiempo, en vez de hacer más cómoda nuestra vida. ¿Quién no tiene Whatsapp hoy en día? Casi todo el mundo, ¿verdad? En diciembre de 2013 llegaba a los 400 millones de usuarios esta famosísima App… Imagina cuánta gente pone su vista sobre ella, pero también quiero que pienses en la cantidad de minutos que podríamos estar empleando en, por ejemplo, pasear con nuestras parejas, disfrutar del aroma de un rico café, hacer ejercicio…y todo ello sin mirarla. A ver, que tampoco digo que se deje de usar, pero que no perdamos de vista que en la vida tenemos otros aspectos a los que dedicar gran parte de nuestra atención.

Yo no sé tú, pero a mí me resulta muy molesto estar continuamente recibiendo notificaciones en el teléfono con mensajes a los que, en la vida 1.0 no dedicaría gran atención y me refiero a los de esos grupitos en los que te ves casi obligado a participar, en los que realmente no se cuenta nada trascendental y se terminan convirtiendo en el gallinero del autobús con el que hacíamos los viajes del colegio. Yo no sé tú, amigo o amiga, pero no lo soporto, aunque también he de reconocer que tengo una relación de amor odio con el Whatsapp, un “te necesito, pero desaparece pronto”.

¿Qué está pasando? Hay mucha gente conectada a Twitter, ahora cada vez más, y aquella red social, que parecía llena de intelectuales, se ha convertido en un patio de recreo, en el que las etiquetas ya no son muy originales (antes les prestaba atención). Que sí, que es buena la variedad de público que hay en esta plataforma en la actualidad, si yo eso no lo discuto, pero os puedo asegurar que en 2007 éramos muy poquitos los que la usábamos y las conversaciones eran muy ricas entre unas personas y otras. Y lo sabes, como diría Julio Iglesias en una de esas imágenes que continuamente están pasando en Whatsapp.

No sé, amigo, yo creo que no hay nada como mirar a los ojos a una persona, en vez de ponerle la mierdecita sonriente de whatsapp o un icono ridículo de cualquier otra aplicación; no es comparable el hacer uso de esa herramienta o similar con el dar una palmadita en la espalda alguien a alguien, el tocar las mejillas de la persona que nos gusta, invitar a un café o a una cervecita o simplemente dar un paseo por las calles de la ciudad o pueblo en el que vivimos.

Todo esto lo dice un podcaster, es decir, una persona que está familiarizada con las redes sociales, con plataformas y demás, el mismo tío que hace unos años no habría salido de su habitación para dedicarse de lleno a tener pronto un nuevo número de su podcast.